lunes, 16 de septiembre de 2013

Ventanas.

Su sonrisa me dejó pasmada.

Un par de gotas de lluvia resbalando sobre su cara,
como si para ellas fuese un placer sentir su piel,
me dejaron boquiabierta y expectante.

Unos movimientos lánguidos y un tanto lascivos me hipnotizaban fuertemente,
como cuando te hipnotiza tu serie favorita de televisión,
mientras se zafaba de su ropa húmeda.

El cuarto se llenó de una calidez incomparable
mientras su cuerpo, aunque húmedo,
empezó a expirar su calor.

Maravillosamente perdida ante su imagen,
mi corazón se disparó...
Y, mi cuerpo parecía humedecerse tanto como estaba el suyo.

Mi mano recorrió sus labios, sus hombros...
su pecho y su cintura;
mientras mi aliento empañaba mi ventana.

Se dio la vuelta quemando mis ojos con su espalda desnuda.
Y mis manos jugaban a dibujar su silueta,
mientras se alejaba.

Irremediablemente absorta con el ruido de la ducha;
siendo yo el agua que resbala por su piel:
me creo mi papel.

Mi escena favorita, cuando sale del baño,
me envuelve de una vez:
Su cuerpo desnudo y sus manos haciendo MI labor.

Te tengo y no pierdo un segundo sin tocarte y sin mirarte.
Sé que falta poco para que te vayas,
así que aprovecho en matar mis ganas.

Con todo tu cuerpo sólo para mí, entre mis dedos el tiempo se escapa;
se hace tarde y cierras tu ventana
mientras yo espero con ansias que ya sea mañana.