martes, 28 de abril de 2015

Lluvia en la hoguera.



Quisiera lloverte con menos intensidad
pero ardes en mi ser como una llama interminable.
Y, es que, desde aquél primer momento,
en que el olor de tu cabello
se me caló hasta en los huesos,
no ha habido quietud alguna
para el deseo que ocupas.

Quisiera que me llovieras con menos intensidad
pero eres fuego que se propaga irrefrenable.
Y, es que, a pesar de tus tantas mañas
tu mal humor de cada mañana,
tus gritos que, a veces, arañan
y una necedad que es tu antesala
eres inspiración para esta alma.

Quisieras que te lloviera con menos intensidad
pero soy sed de tu cuerpo y de tus besos.
Y, es que, quererte libre
es quererte a mi lado
porque, aunque, seas presa de mi deseo
eres el libre vuelo
para un sueño eterno.

Quisieras lloverme con menos intensidad
pero eres libre para ser conmigo.
Y, es que, aunque tenemos distintas maneras
en cada paso tenemos la certeza
de que en nuestra hoguera,
la locura que a mí me embriaga
es la locura con la que tú me envenenas.

miércoles, 8 de abril de 2015

Un nuevo corazón.

Busqué un nuevo corazón.
Uno que no se acelera con tu presencia. 
Uno que no se paraliza con tu ausencia. 
Uno que no se arruga con tus ofensas. 
Uno que no se muere con tu soberbia. 

Cambié de corazón.
Por uno sin frágiles ilusiones. 
Por uno tan duro como la piedra.
Por uno que ya no late por ti. 
Por uno que nadie pueda abrir. 

Busqué un nuevo corazón.
Un corazón diferente
Que no lo pueda dañar más gente.
Un corazón estable
Que no lo pueda matar un cobarde.

Cambié de corazón.
Por una forma de acero.
Por un enjambre de abejas.
Por uno con una mente.
Por uno que no te quiere.

Busqué y cambié de corazón.
Por uno que no está muerto.
Por uno que nadie mata.
Uno que no se conmueve.
Uno que nadie arrebata.

Busqué un nuevo corazón.
Y sustituí el que te había dado.
Lo cambié porque quedó arruinado
De tanto que te había amado.