Quisiera lloverte con
menos intensidad
pero ardes en mi ser
como una llama interminable.
Y, es que, desde aquél
primer momento,
en que el olor de tu
cabello
se me caló hasta en
los huesos,
no ha habido quietud
alguna
para el deseo que
ocupas.
Quisiera que me
llovieras con menos intensidad
pero eres fuego que se
propaga irrefrenable.
Y, es que, a pesar de
tus tantas mañas
tu mal humor de cada mañana,
tus gritos que, a
veces, arañan
y una necedad que es
tu antesala
eres inspiración para
esta alma.
Quisieras
que te lloviera con menos intensidad
pero
soy sed de tu cuerpo y de tus besos.
Y,
es que, quererte libre
es
quererte a mi lado
porque,
aunque, seas presa de mi deseo
eres
el libre vuelo
para
un sueño eterno.
Quisieras
lloverme con menos intensidad
pero
eres libre para ser conmigo.
Y,
es que, aunque tenemos distintas maneras
en
cada paso tenemos la certeza
de
que en nuestra hoguera,
la
locura que a mí me embriaga
es
la locura con la que tú me envenenas.