Mis sueños se hacen perfectos en tus brazos
y mi vida precisa cuando amanezco con tu sonrisa.
Respirar tu olor le da vida a mis días
y, rozar tu piel es, a mi alma, una caricia.
Contigo, los días son la felicidad escrita.
Insisto, ¿por qué no te quedas en mí, vida?
No hay comentarios:
Publicar un comentario