lunes, 21 de julio de 2014

Vida

Mis sueños se hacen perfectos en tus brazos
y mi vida precisa cuando amanezco con tu sonrisa.

Respirar tu olor le da vida a mis días
y, rozar tu piel es, a mi alma, una caricia.

Contigo, los días son la felicidad escrita.
Insisto, ¿por qué no te quedas en mí, vida?

No hay comentarios:

Publicar un comentario