Allí estás.
Bajo luces brillantes que
exageran tu belleza.
Se acerca la medianoche
Y yo me pierdo por unos
instantes contemplándote.
Sonríes.
Bebes de tu trago como si me
estuvieras besando.
Aumenta la temperatura de la
noche
Y mi ropa se cae nada más con
ver tu traje.
Miras a tu alrededor.
La música se escucha mejor
cuando mueves tu cuerpo.
Reflejas pasión en la mirada
Y yo me descubro perdida en tu
sensual sonrisa.
Te mueves.
Unas pocas ráfagas de viento
arrastran tu perfume.
Se estremecen los sentidos con
tu olor
Y yo visualizo detalladamente
tu desnudez entre mis brazos.
Una posibilidad.
Fijas tu atención en la mía.
Las emociones palpitan.
Y yo me acerco, con la mente
en blanco, movida por mi cuerpo.
Se acalambra la esperanza.
Las curvas de tu cuerpo me
conducen.
El sudor traspasa la piel.
Y yo me dejo arrastrar sin
objeción alguna hasta tu cama.
Aquí estás.
Las mañanas realzan tu
belleza.
Tu sonrisa brilla más que las
luces de la fiesta.
Y yo te preparo un café y te
invito a quedarte en mi vida.
Nos comenzamos.
Un círculo de vida perfecto.
En el que perderse vale el
intento.
Y tú, y yo, rememoramos en
actos el amor, sin ningún esfuerzo.
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